Inteligencia emocional para enfrentar el regreso a clases
El regreso a clases presenciales trae consigo desafíos. Es necesario que los estudiantes desarrollen resiliencia para adaptarse.
El regreso a clases presenciales tiene una serie de desafíos para las autoridades educativas, docentes, padres de familia y, sobre todo, para los alumnos. La convivencia escolar no será la misma. En ese sentido, será necesario que los estudiantes desarrollen resiliencia enfocada a adaptarse a los nuevos contextos sociales, los cuales son cada vez más demandantes.
“Vamos a encontrar casos de ansiedad, de frustración, conflictos emocionales, más los duelos que se sumen por las pérdidas que se hayan tenido en casa. Por lo tanto, es importante canalizar adecuadamente toda esa parte emocional que estén viviendo los jóvenes”. Señaló Verónica Vanessa Loza, coordinadora académica del Instituto de Formación e Investigación en Ciencias de la Educación y Deporte.
La académica señaló que para lograr el éxito en la educación y minimizar la frustración será necesaria la implementación de un “protocolo emocional” bien definido e incluso personalizado.
“Hablamos de una atención emocional que va a permitir a los jóvenes a gestionar sus emociones para soltarse a un cambio total. Ellos vienen de un ritmo de vida diferente, sus hábitos cambiaron, la manera de tomar las clases fue distinta. Incluso, sus horarios han sido muy diferentes. Entonces, es necesario volver a adecuarse al contexto presencial donde la tecnología ganó mucho terreno”, comentó Verónica Vanessa Loza.
Además, la experta dijo que el miedo, la tristeza y el enojo son emociones primarias que pueden bloquear el aprendizaje, interrumpir el desempeño de los estudiantes y la toma de decisiones. Por lo tanto, resulta fundamental establecer un protocolo que contemple la atención a esos sentimientos negativos.
“En este periodo, una de las herramientas más efectivas –en esta parte de la inteligencia emocional–es que hagamos las cosas paso a paso. Se debe permitir que el adolescente asimile las cosas y que se vaya automotivando para adaptarse de manera gradual. Esto le dará el soporte para ser más tolerante y menos impulsivo”, sostuvo Verónica V. Loza.
SE NECESITA TRABAJO CONJUNTO
Es importante que en el regreso a clases existan espacios de información de parte de las instituciones educativas, donde se abra el diálogo, entre la institución educativa, los padres de familia y alumnos.
“La comunicación asertiva es promotora de la confianza. Si yo le doy al adolescente una información clara y oportuna de lo que él va a encontrar en este regreso a clases, se evitará estar en la incertidumbre”, comentó Loza.
Resaltó que este proceso ayudará a que los adolescentes vayan aceptando todos estos cambios y los incorporen como parte de su nueva realidad. Esto sin olvidar que todos los cambios son difíciles, por lo que se deben ir aceptando las emociones y motivando la parte de la resiliencia.
Para la académica es muy importante que los estudiantes comuniquen sus emociones, conozcan sus molestias, sus miedos, sus frustraciones, lo que permitirá abrir un canal de comunicación entre las autoridades educativas y los alumnos, lo que se verá reflejado en la confianza.
APOYO NECESARIO PARA EL REGRESO A CLASES
Al respecto del tema emocional, la UNESCO indica que “el apoyo en salud mental y psicosocial es esencial para garantizar una transición positiva”. Esto se debe a que los jóvenes pueden sentirse nerviosos al volver a la escuela, especialmente si han estado en casa durante meses.
¿Qué están haciendo las escuelas en el mundo en su proceso de regreso a clases?, se cuestiona Roberto de la Rosa Vázquez, investigador de la Iniciativa de Educación con Equidad y Calidad del Tec de Monterrey y, él mismo se responde:
“Las escuelas en el mundo facilitaron y siguen habilitando plataformas de comunicación. Incluso hubo algunos sistemas educativos donde los alumnos tuvieron contacto con los maestros a través de llamadas telefónicas, correos electrónicos y se sostuvieron conversaciones regulares entre los directores y padres de familia”.
Agregó que dichas herramientas son las que se necesitaron para que los alumnos, en sus hogares, enfrentaran la educación a distancia. Sin embargo, el experto aseguró que el sistema educativo no ha trabajado lo suficiente en los efectos emocionales en sus alumnos.
De la Rosa Vázquez resaltó que actualmente las autoridades educativas todavía no cuentan con un diagnóstico de las afectaciones socioemocionales, tras más de 15 meses de trabajar en la modalidad de educación remota.
“La pandemia generó situaciones complicadas. En los hogares donde las personas se enfermaron de Covid-19, se sumaron problemas previos, por ejemplo, de conceptos desfavorables de uno mismo. Así, se incrementaron los contextos o situaciones difíciles como crisis económicas, defunciones, espacios complicados en los que se cohabitó en la cuarentena… Esto es especialmente complejo en los países donde han sido muy largos los periodos de clases remotas, como es el caso de México”, dijo De la Rosa Vázquez.
DIFÍCIL CONTINUAR SIN UN DIAGNÓSTICO SOCIOEMOCIONAL
Con todo, de acuerdo al calendario de la Secretaría de Educación Pública (SEP), el próximo mes de agosto, alrededor de 30 millones de estudiantes regresarán para cursar el ciclo escolar 2021-2022. Muchos de ellos serán en formato presencial y otros, de manera remota.
Al respecto, el investigador consideró que, al no contarse con un diagnóstico sobre el contexto y la situación socioemocional de los estudiantes del país, el regreso a clases será complicado.
“La ruta educativa tiene dos componentes, el socioemocional y el propio del aprendizaje de los planes y programas de Viene de la página / 8 estudio. Si no se conoce a qué se va a llegar a las escuelas, es muy difícil aprovechar al máximo las oportunidades que tengamos de educación presencial”, aseguró.
Agregó que actualmente siguen habiendo restricciones respecto al contacto físico entre alumnos, con el docente y con el resto de la comunidad educativa. En ese contexto, las familias tendrán que seguir aprendiendo a organizarse para atender las clases, en los diferentes formatos que se están habilitando.
“Con la pandemia se le exigió a los miembros del hogar no solo contar con dispositivos electrónicos, con un televisor e internet, sino que también se les demandó que tuvieran habilidades socioemocionales para poder afrontar favorablemente el reto de la educación a distancia”. Comentó De la Rosa Vázquez.
El investigador concluyó al señalar que se debe poner especial atención en el modo en que reaccionarán los adolescentes ante este regreso a clases.
Recomendaciones para el regreso a clases:
- Relajación: Es una manera de estabilización cuando sientas desbordar tus emociones. Es recomendable inhalar profundamente por la nariz durante cinco segundos y exhalar por la boca durante cinco segundos más, al tiempo que en tu mente repites: “inhalo paz; exhalo serenidad”, u otra frase que consideres relajante. Repite el proceso al menos cinco veces.
- Aceptar la realidad como es: Estamos en una etapa con nuevos desafíos tecnológicos y educativos, y sentimos el peso del estrés día a día. Variables como las fallas técnicas son cuestiones que le suceden a la gran mayoría en estos momentos, por lo que enojarse no traerá la solución. Mantente sereno.
- Prioriza el tipo de aprendizaje que necesitas en momentos específicos: Dependiendo de la situación, valora si es más importante el aprendizaje académico o el emocional. Es posible que en ciertas circunstancias sea mejor ser comprensivo y tolerante. Quizá puedas solucionar tus dificultades escolares después.
- Practica la paciencia, la empatía y la compasión: Recuerda que en estos momentos todos somos vulnerables y, de alguna u otra manera, hemos sufrido pérdidas, desde humanas hasta de hábitos, espacios… Ten compasión de ti y de los demás.
- Muestra gratitud: Este hábito te entrena para dejar de prestar atención a lo negativo y poner el foco en lo positivo. Algunas frases de ejemplo son: gracias porque tengo internet en mi casa, gracias porque seguimos vivos, gracias porque estamos sanos… Puedes agradecer a Dios, a la vida, al universo…
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El regreso a clases presenciales trae consigo desafíos. Es necesario que los estudiantes desarrollen resiliencia para adaptarse.