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Crisis ambiental: “Estamos llegando a niveles irreversibles”

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Foto: Especial

El impacto de las actividades económicas y el consumo ha generado una crisis ambiental global. Este proceso vuelve más evidentes problemáticas como el cambio climático con sequías prolongadas, modificaciones en los patrones de lluvias, así como el surgimiento de nuevas enfermedades relacionadas a la deforestación. A estas, se suma el consumo de fauna silvestre y la pérdida de biodiversidad.

Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, Leticia Merino Pérez, coordinadora Universitaria para la Sustentabilidad de la UNAM, explica que América Latina es la región con mayor diversidad a nivel mundial; sin embargo, registra el deterioro ambiental más acelerado. “Estamos llegando a niveles irreversibles”, señala.

Al respecto, la especialista en recursos naturales de propiedad común y pública comenta que el Amazonas, la mayor cuenca hidrológica del planeta, que tiene un 20% del agua dulce del mundo, está siendo contaminada rápidamente. Asimismo, las mayores tasas globales de deforestación existen al sur del continente.

Merino también llama a proteger el planeta pues la alteración de los ciclos del nitrógeno y fósforo es preocupante, puesto que genera que zonas del océano estén muertas. El problema del sargazo, la acidificación del océano y la acumulación de plásticos que forman islas del tamaño de Australia se agregan a esta cuestión.

 

México, zona biodiversa en riesgo

México es una de las regiones afectadas por la crisis ambiental a diferentes niveles.

De acuerdo con “El estado de los bosques del mundo 2020”, informe publicado por la Organización de las Naciones Unidas, desde 1990, unos 420 millones de hectáreas de árboles han desaparecido por actividades como la agricultura y otros usos de la tierra.

En el caso de México, la Comisión Nacional Forestal indica que en el periodo 2001-2018 se perdieron, en promedio, 212,070 hectáreas de bosque. Para el uso en la agricultura, se estima que la conversión fue de 42,785 hectáreas de tierras forestales. Sobre esto, Leticia Merino comenta que México tiene una deforestación asociada al cultivo de productos como el aguacate.

La desaparición de manglares a causa del crecimiento de zonas turísticas es otra de las problemáticas que aquejan al país. Se calcula que 25% de sus cuencas están sobreexplotadas o contaminadas por la expansión de la agroindustria, las ciudades y la minería, además de que 40% de los bosques templados están concesionados a mineras. Según señala la plataforma UNAM Global.

Además, existen alrededor de 5,000 sitios de descarga de aguas residuales municipales sin tratamiento, la mitad ubicados en ríos y arroyos, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

 

Algunas acciones para alcanzar el cambio

Leticia Merino Pérez explica que se requieren acciones a diferentes niveles para contrarrestar la crisis ambiental. “Se necesitan cambios profundos a nivel individual, a nivel comunitario y a nivel de política pública, incluso global”.

A nivel personal, se requiere cambiar de hábitos; por ejemplo, evitar los plásticos de un solo uso, minimizar el consumo de energía, usar más el transporte público, caminar, trasladarse en bicicleta, racionalizar el uso de agua y tratar de consumir productos locales y sustentables.

En el ámbito comunitario pueden llevarse a cabo estrategias como la creación de mercados alternativos, exigir prácticas sustentables a las autoridades locales, cuidar las áreas verdes y exigir políticas públicas distintas en materia energética, forestal, hídrica y, de manera general, en lo ambiental.

“Frente a esta crisis tan grave, me parece muy importante tener un optimismo racional. Poder comunicarle a los niños y a los jóvenes que hay cosas que hacer”, apuntó la experta.

 

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