Universitarios buscan resolver problemas reales con proyectos novedosos
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Foto: EspecialEl imperativo ambiental de ahorrar agua motivó a universitarios para desarrollar el proyecto ATL-59, un sistema de ahorro de agua diseñado para viviendas verticales en zonas urbanas.
Con lo anterior, Brizeth García y Aarón López, de la Licenciatura de Diseño Industrial, esperan que una familia de cuatro personas pueda ahorrar unos 20 mil litros de agua al año.
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“Buscamos poner un alto a la cuenta regresiva de la crisis de agua. Este es un problema que nos involucra a todos. El ATL-59 nace como respuesta a la necesidad de generar nuevos hábitos que, de manera simple y accesible, fomenten el surgimiento de ciudadanos hidro-inteligentes”, dijo Aarón López, estudiante de la UAM Azcapotzalco.
Un sistema que ayudará a captar 40 litros diarios de agua
Con una instalación fácil y accesible al público en general, el proyecto ATL-59 funciona con base en un sistema de tres componentes.
El primero de ellos consiste en un colector de lluvia que utiliza un filtro de tres capas. Este dispositivo se puede instalar tanto en ventanas como en balcones y permite captar hasta 40 litros diarios en los meses lluviosos. El siguiente componente se trata de un sencillo pero eficaz sistema de ahorro en la ducha.
Este desarrollo evita el desperdicio inicial de agua fría mientras se alcanza la temperatura deseada. Un accesorio con superficie plana capta el agua y la dirige a un contenedor. Según sus creadores, al utilizar este aparato se evita el desperdicio de alrededor de 20 litros del vital líquido por minuto.
Finalmente, el tercer componente que se suma al proyecto ATL-59 son los contenedores de ahorro para almacenar y transportar el agua recogida. Su diseño apilable tiene capacidad para al menos seis litros de agua, lo que equivale a una descarga del inodoro.
“Hicimos un cálculo estadístico, por ejemplo, si tuviéramos un ATL-59 en cada uno de los 12 mil departamentos en la unidad Tlatelolco y se captara agua durante cuatro días de los más lluviosos en la ciudad, con eso se llenaría el Estadio Azteca. Como podemos ver, es una cantidad importante de ahorro de agua la que podemos aprovechar”, explicó Brizeth García, estudiante de la UNAM.
Por su originalidad y diseño, el proyecto ATL-59 ganó la quinta edición del Premio James Dyson. Debido a esto, a los estudiantes se les otorgó un premio de 137 mil pesos.
Sunset, una iniciativa que evita el desperdicio de alimentos
Otro de los proyectos finalistas, que participará en la siguiente etapa, ahora a nivel internacional, es Sunset. Este desarrollo, creado por Jordi Manríquez Albarrán, joven recién egresado de la Ingeniería en Energía por la Universidad Politécnica de Aguascalientes, consiste en un deshidratador solar que busca prolongar la vida útil de los alimentos.
Al deshidratar los comestibles se reduce el desperdicio y se facilita su empaque, transportación y almacenamiento.
“Es un deshidratador solar que evita que los rayos del sol peguen directamente a los alimentos y permite que conserven muchas de sus propiedades nutricionales. A este dispositivo se le integra un sistema de almacenamiento térmico con materiales de cambio de fase, lo que permite extender su uso hasta ocho horas al día”, mencionó Manríquez.
Dicho proyecto nació cuando el recién egresado de ingeniería leyó en una nota periodística que el Fideicomiso de la Central de Abasto tiró alrededor de 32 mil 725 toneladas de desechos, de los cuales 45% son orgánicos, como es el caso de frutas y verduras.
Actualmente, el deshidratador se encuentra en una fase de desarrollo de un tercer prototipo y ya es un dispositivo semi industrial.
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