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Tomando decisiones como personaje principal

Toma de decisiones

Foto: Pixabay

Un estudio de caso es básicamente una narración de sucesos que llevan a un problema, similar a la lectura de cualquier libro, se trata de una secuencia de hechos y consecuencias, una historia. Últimamente en la carrera he trabajado mucho con la metodología de casos y me he dado cuenta que la forma en la que resolvemos los casos es aplicable en el día a día, no solo en decisiones administrativas o profesionales, sino en decisiones personales.

Como lectora, pocas veces he analizado que lleva a los personajes que leo a tomar las decisiones que toman, solo sigo la historia y veo a dónde me lleva; muchas veces podría parecer que un personaje es capaz de todo porque no está sujeto a las limitaciones de la vida real. Pero cuando comparamos una novela con un estudio de caso salen a la luz  las limitaciones del personaje o los datos faltantes que permiten al escritor volar con su imaginación, y nos damos cuenta que los personajes no son invencibles. Si nos pusiéramos en los pies de un personaje y nuestra vida fuera el caso a estudiar, encontraríamos que los problemas que tenemos no son tan grandes ni complejos como parecen.

Al fin y al cabo todos somos personajes secundarios de muchas historias, pero, somos los protagonistas de la nuestra, al estar sumergidos en ese rol perdemos objetividad sobre la realidad ya que tenemos una perspectiva sujeta a emociones. Si saliéramos del libro y asumiéramos el rol de lector, podríamos ver la imágen completa. De esta manera podemos resolver el caso (nuestra vida) de una manera más eficiente.

Un futuro profesional con esencia propia

Ahora la pregunta es ¿cómo resolvemos el caso? El Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas (IPADE) lo trabaja en tres fases: estudio individual, trabajo en equipo y sesión plenaria. La forma en la que podemos traducir estos pasos a nuestra vida es la siguiente:

  1. Estudio individual: plantea el problema con el que te estás enfrentando y los hechos que lo influyen o llevaron a él. Identifica posibles soluciones al igual que sus ventajas y desventajas. Escríbelo todo, si eres una persona visual ponlo en tablas o gráficas. De esta manera podrás observar el caso desde el punto de vista del lector.
  2. Trabajo en equipo: habla con alguien cercano, pide consejos y opiniones. Consigue la perspectiva de otro personaje.
  3. Sesión plenaria: evalúa lo que concluiste por tu cuenta y acompañado, considera alternativas, busca contenido que te pueda ayudar ya sea en forma de podcast, artículos… y decide.

Para poder usar esta metodología es necesario ser el personaje principal de nuestras vidas, puede parecer lógico, pero muchas veces nos dejamos llevar por modas o el miedo al qué dirán y nuestras decisiones dejan de ser nuestras, porque están sujetas a la aprobación de los demás.

Ser el personaje principal no implica ser egoísta y pensar que el mundo gira alrededor de mí, significa observar la vida de manera introspectiva, sin compararse, sin buscar dar gusto a los demás y no considerar lo que yo quiero, sin criticar ni juzgar las decisiones de otros, y sin intentar ser perfecto. Nadie es perfecto ni debería intentar serlo, debemos intentar ser mejores; nuestras imperfecciones y debilidades no son nuestros enemigos, son lo que nos mantiene humanos, lo que nos permite mejorar, lo que nos inspira y nos da nuevas ambiciones.

Si queremos resolver el caso de nuestra vida es importante observarla del mismo modo en que observamos un libro, como un mundo a conocer. Lee el relato de tu vida con un espíritu de intriga y de esperanza, ya que todo saldrá bien y lo que no, lo enfrentarás con la cabeza en alto.

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