¿La grafología es o no una ciencia?
¿La grafología es una ciencia? Esto explica Óscar Galicia Castillo, jefe del Laboratorio de Neurociencias de la IBERO campus CDMX
En algunos tribunales mexicanos, un trazo tembloroso puede decidir un juicio. O en los departamentos de Recursos Humanos, la inclinación de tus letras podría determinar tu futuro laboral. Entonces, ¿qué tanto deberíamos confiar en la grafología? Para responderlo, consulté a Óscar Galicia Castillo, jefe de Laboratorio de Neurociencias de la IBERO CDMX.
“Desde el 1600 hay personas que pensaban que, a través del análisis de la escritura, podían conocerse ciertos rasgos de las personas, pero no hay evidencia que respalde estas afirmaciones.
“El problema de la grafología es que no está basada en ningún tipo de evento empírico. En otras palabras, no se ha podido corroborar ninguna aseveración proveniente de ella”, explica el también doctor en Investigación Biomédica.
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Grafología, huérfana de leyes universales
Para el filósofo Carl Hempel toda ciencia debe cimentarse en leyes universales verificables que, junto con condiciones iniciales específicas, permitan explicar y predecir fenómenos.
La grafología deambula por el páramo de las correlaciones anecdóticas. “Existe una gran diversidad con respecto a, por llamarlos de algún modo, los principios teóricos bajo los cuales se basa. Cada quien tiene una forma particular de análisis que impide la generalización de los resultados”, advierte Galicia Castillo.
Es la antítesis del rigor predictivo que filósofos como Wesley Salmon consideraban esencial para la ciencia genuina, una señal inequívoca de que algo falla fundamentalmente en el método. Al respecto, el neurocientífico afirma:
“Cuando se han hecho comparaciones con grupos controlados en términos de poner a una persona sin experiencia en grafología y grafólogos muy acreditados, los resultados son exactamente los mismos.
“Otra de las cosas que se ignora es que gran parte de lo que podemos ejecutar con nuestras manos está mucho más relacionado con la capacidad del control motor que con nuestros rasgos de personalidad”, señala el entrevistado.
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Una isla en un océano de conocimiento
Las teorías científicas, señaló el filósofo Thomas Kuhn, no existen en aislamiento sino dentro de paradigmas que integran múltiples disciplinas. La grafología, sin embargo, no dialoga con la neurociencia moderna, ignora los avances en psicología cognitiva y permanece ajena a la psicometría.
“El único uso que actualmente se reconoce de la grafología -que más bien es de la grafoscopía- es para el análisis de falsificación de firmas. Es un análisis diferente del trazo y la velocidad, pero eso tiene que ver con un análisis desde el punto de vista motor, no para saber rasgos de la personalidad”, detalla Galicia Castillo.
Recalca que aunque la grafología puede resultar fascinante como ejercicio interpretativo, carece de fundamentos metodológicos sólidos. “Como no hay evidencia empírica que la respalde, se considera una forma de conocimiento semejante al de la astrología”, concluye.
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