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La publicación de resultados del ECOEMS 2025 es una puerta de entrada a nuevas oportunidades y, para muchos, una fuente de ansiedad y expectativas. ¿Cómo afecta recibir una asignación inesperada?
La maestra Ana Patricia González Rodríguez, psicoanalista y directora del Colegio de Psicología en la Universidad del Claustro de Sor Juana, explica en entrevista que una noticia contraria a nuestras expectativas “nos enfrenta a una frustración, que puede llegar a ser incluso una situación traumática. No depende solo del hecho, sino de la historia y del entorno de cada quien”.
Por ejemplo, entra en juego el tipo de crianza: “un estilo autoritario impone expectativas altas y no permite el error. Uno empático favorece escuchar los miedos y dificultades. En tanto que la crianza ausente genera inseguridad y vacío emocional”, expresa.
Además, el acompañamiento familiar puede marcar la diferencia entre una experiencia de aprendizaje y una herida emocional.
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El trauma, entendido como una “herida psicológica”, puede surgir tanto de grandes tragedias como de eventos menores. Un mal resultado en un examen puede ser traumático y “llevar a creencias falsas y destructivas sobre uno mismo”, advierte la experta.
Entre los síntomas más comunes están tristeza, ansiedad, irritabilidad, alteraciones del sueño y dificultad para concentrarse. A largo plazo, llega a afectar la autoestima, salud mental y la confianza en los demás.
Un estudio de los doctores Federico Pulido y Francisco Herrera (2017) encontró que el miedo al fracaso o a la crítica suele asociarse con un menor desempeño escolar, y estos sentimientos pueden intensificarse ante resultados inesperados u objetivos no alcanzados.
El fracaso escolar puede provocar ansiedad, tristeza y desmotivación, lo que a su vez retroalimenta el bajo rendimiento. En este contexto, González Rodríguez enfatiza que externar las emociones, buscar apoyo y desarrollar la resiliencia son pasos fundamentales para la recuperación. “Expresar los sentimientos propios de forma catártica permite afrontar situaciones difíciles y baja la probabilidad de rumiaciones obsesivas”, dice.
“Hay días en los que un número puede doler más que una herida. Un resultado negativo en un examen es una grieta en la imagen que tenemos de nosotros mismos, una voz que parece decir ‘no eres suficiente’.
“Y muy pocas veces se nos enseña a cuestionar qué hay detrás de esa calificación, qué historias no logra contar, qué posibilidades deja fuera”, reflexiona Óscar Mendoza Ruiz, maestro en Educación y asesor de la SEP.
Mendoza Ruiz propone cambiar la pregunta de “¿en qué fallé?” por otras más profundas: “¿qué saberes se reconocen aquí y cuáles se excluyen?”, “¿cuántas cosas aprendí que este examen no me pidió?”
“No todos aprenden igual y, sin embargo, se sigue evaluando como si el punto de partida fuera el mismo para todos. A veces lo que falla no es la persona, sino el sistema que etiqueta, pero no escucha”, subraya.
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Si hoy, en el concurso ECOEMS 2025, no recibiste el resultado que anhelabas y te causó una gran impresión, Ana Patricia González sugiere recurrir a terapia psicológica; prácticas de autocuidado (como hacer ejercicio o meditar); conversaciones con amigos, familiares o grupos de apoyo; y actividades que te provoquen una sensación de éxito y propósito. ¡Recuerda que un número no te define!
Autor: Juan Pablo Aguilar
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