El Centro Histórico de la Ciudad de México es uno de los más antiguos del continente. Inicialmente con el Imperio Azteca y, posteriormente, en la Nueva España, se empezó una tradición centenaria que ahora da identidad a esta zona de la capital del país.
Para rescatar la historia reciente de este barrio, en la Universidad del Claustro de Sor Juana se dieron a la tarea de rescatar sus sonidos. Su principal pregunta fue: ¿cómo se escuchan las calles del Centro Histórico de la Ciudad de México?
Para darle respuesta, el investigador de esta casa de estudios, Santiago Fernández Trejo, está alimentando un banco sonoro digital desde el 2010. En ese acervo incluye ruido de camiones, ladridos de perros, las campanas de los vendedores de helados, las notas de un organillero callejero del siglo pasado, entre muchos otros sonidos.
La Universidad del Claustro informa que son alrededor de 800 los sonidos urbanos de esta zona de la metrópoli, y se resguardan con la finalidad de atesorar registros auditivos de “algunos sonidos en extinción y otros generados por nuevas actividades en la urbe, que juntos conforman la riqueza acústica de la Ciudad de México”.
A través de un comunicado, la institución educativa informa que, Fernández Trejo, quien es profesor de tiempo completo de su Colegio de Comunicación, hizo recorridos por las calles registrando sus sonidos.
Actualmente, la investigación también tiene que ver con la identificación de los sonidos “que siguen presentes, los que se han transformado y cambiaron con la pandemia, los que se han perdido y los que han crecido exponencialmente”.
Calles emblemáticas como la de 16 de Septiembre, Gante, 5 de Febrero, Monte de Piedad (y que después cambia de nombre), República de Venezuela, Moneda y Correo Mayor, fueron recorridas.
“Para este nuevo estudio, se montaron tres registros sonoros representativos de los rangos horarios, se sumaron las grabaciones de las 10 de la mañana, de las 14:00 horas y las de las 17:00 horas durante tres días distintos”, informa el Claustro.
Entre las conclusiones de la investigación se señala que “uno de los sonidos que se han perdido es el de los pregoneros que pasaban por las calles ofreciendo sus productos, ahora el ambulantaje ha tomado su lugar con sus propios discursos y la aplicación de nuevas tecnologías, ya que utilizan bocinas o altavoces”.
También se identificó que “todavía de 2010 a 2015, en la Plaza de Santo Domingo, se escuchaba el tecleo de los escribanos con sus máquinas mecánicas y después eléctricas. En 2022, solo se escuchó el sonido de un escribano”.
Asimismo, se dijo que hay sonidos que se han transformado y otros que han nacido, por ejemplo, con la llegada del Metrobús a la calle de República del Salvador el sonido cambió.
Este trabajo del profesor Santiago Fernández está reunido bajo el título “Propuesta de censo y clasificación de paisaje sonoro de tres recorridos en tres calles del Centro Histórico de la Ciudad de México”. Actualmente, el archivo sonoro está disponible en un banco de sonidos de acceso libre en internet.
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