Julieta Fierro: generosidad aplicada a la divulgación de la ciencia
El peculiar estilo de Julieta Fierro le permitió trascender por generaciones, inspirando a adentrarse en el universo de la ciencia
*Este texto fue escrito para Generación Universitaria por Claudia Juárez, Luisa Santillán y Liliana Morán, del equipo de Ciencia UNAM
Física, astrónoma, apasionada de las estrellas y divulgadora de la ciencia, Julieta Fierro Gossman dejó huellas imborrables dentro y fuera de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), institución desde donde su voz trascendió en el mundo.
Desde su fallecimiento, el pasado viernes 19 de septiembre, no han dejado de circular en plataformas digitales sus frases, fotografías, conversaciones y demostraciones que dan cuenta de su vasto legado, mismo que nos atrevemos a resumir en una palabra: generosidad.
Lee también Julieta Fierro: ¿cuáles son sus cuatro doctorados honoris causa?
Brindaba su tiempo para platicar de su vida a quienes se acercaban a ella. “De niña asistí a un colegio francés. Siempre saqué cero en francés, pero diez en matemáticas. Así que desde pequeña sabía que la ciencia era lo mío”.
Sin reservas, relataba cómo defendió su derecho a estudiar a pesar de las barreras sociales. Su padre, médico, le decía que las mujeres tenían el cerebro más chico que los hombres, por lo tanto, debían dedicarse solo a la vida familiar en vez de estudiar una profesión.
Rebelde, Julieta Fierro dejó la casa paterna para abrirse camino en el universo de la ciencia y en la divulgación del conocimiento. “A las mujeres, yo siempre trato de apoyarlas como se pueda, desde toda la vida, cuando era joven, pues era el derecho del aborto; y, después, que las mujeres tuvieran acceso a los trabajos; y, posteriormente, el derecho a estudiar”.
Fue la primera latina en recibir el Premio Kalinga que brinda la Unesco, máxima distinción otorgada por una vida dedicada a la popularización de la ciencia. Y fue la primera mujer en dirigir la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM (2000 a 2004).
Acudimos a su última presentación en público durante la inauguración del Congreso de la Red de Popularización de la Ciencia (RedPop) 2025, en Puebla. Frente a cientos de colegas latinoamericanos, compartió los aspectos que ella consideraba esenciales de la divulgación científica:
- Que sea adecuada al público
- Que sea original
- Que se atenga al derecho humano a la lengua clara y accesible.
Ella misma los llevaba a la práctica en su entrega generosa a los públicos. En 2024, concebimos un podcast en el marco del Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia. Julieta Fierro fue una de nuestras entrevistadas.
Lee también Programa de Recompensas de TikTok llega a México: cómo participar
Un recuerdo de aquel día es que llegamos tarde a la cabina de radio de Universum, Museo de las Ciencias de la UNAM. Ella, siempre generosa, con su característica sonrisa y voz pausada, dijo que nos tranquilizáramos, pues no había ninguna prisa.
A pesar de que Julieta Fierro era un remolino para transmitir cómo era la expansión del universo, qué era la telaraña cósmica, cómo funcionan las Leyes de Kepler o por qué las estrellas mueren, en su trato cotidiano era capaz de brindar tranquilidad, de expresarnos que en la vida uno puede tomar un respiro y, con calma, continuar para hacer las cosas de la mejor manera.
Beca Jóvenes Escribiendo el Futuro: paso a paso para registrarte
El peculiar estilo de Julieta Fierro le permitió trascender por generaciones, inspirando a adentrarse en el universo de la ciencia