Cilantro Cool: sabores de nuestra tierra impulsados por la ciencia
Por Arath Manuel Cacho Alvarado, estudiante de Química Farmacéutico Biotecnología (QFBT) del Campus Veracruz de la UVM
Cuando se nos ocurrió la idea de “Cilantro Cool”, nunca imaginé hasta dónde nos llevaría. Ser parte de este equipo ha sido una experiencia maravillosa, una mezcla de entusiasmo, desafíos técnicos, pero sobre todo teníamos en la mente el gran propósito de enaltecer las tradiciones de nuestro estado. Cada paso en el desarrollo de esta bebida me recordó que cuando el conocimiento se mezcla con pasión y nuestras raíces, nacen cosas dignas de presumirse.
La oportunidad de trabajar con mis compañeros: Neferthary, Valeria, Edwin, Ares y José Manuel fue mucho más que repartirnos tareas, fue escucharlos y aprender a confiar en nosotros. Tuvimos días largos y pesados en el laboratorio y muchos intentos hasta que por fin lo logramos. Este proyecto nos enseñó a poner a prueba nuestra paciencia y a celebrar cada pequeño avance como un logro de todos. Lo que más me enorgullece es el amor que pusimos en crear algo que todos disfrutaran.
Mis compañeras Valeria y Neferthary son originarias del municipio de Omealca y desde niñas crecieron tomando agua de cilantro, una bebida poco común para el resto del país, pero muy popular en su comunidad. Cuando nos lo contaron, nos preguntamos ¿Por qué no la hacemos refresco? Un refresco sano y que sepa rico. Se lo planteamos a nuestra coordinadora, la Dra. Carolina Trujillo y se enamoró de la idea al grado que nos empujó a presentarlo en el “Día UVM” en abril, un evento universitario enfocado en la sostenibilidad y la salud.
Gracias a la asesoría de la Dra. Caro y al ingenio de mis compañeros, logramos el reconocimiento de toda la universidad. Lo que me más me sorprendió fue la atención que atrajo nuestro refresco del exterior, aunque ahora lo comprendo, todos queremos estar sanos, pero disfrutar de bebidas deliciosas.
Siento una emoción inmensa de poner en alto algo tan sencillo como el cilantro. A veces pensamos que innovar es inventar algo completamente desde cero, pero también se trata de ingeniárselas para transformar lo que siempre ha estado ahí. Logramos que un ingrediente común, económico y abundante en nuestra gastronomía local hoy sea una bebida que despertó el interés académico, social y hasta comercial.
Los comentarios de la comunidad de Omealca han sido muy alentadores. Amigos y vecinos de Valeria y Neferthary les han externado mensajes de orgullo como “eso nos hacía mi abuela” o “qué padre que rescaten esa costumbre para que no se pierda entre los niños y jóvenes”. También hemos recibido apoyo de profesores y compañeros de otros programas. Todo esto me confirma que el proyecto trascendió más allá de la ciencia y tocó las emociones de orgullo e identidad de nuestro estado.
“Cilantro Cool” es mucho más que un refresco, es amor a nuestras costumbres y la comprobación de que Veracruz tiene un sinfín de ingredientes saludables y deliciosos. Las tradiciones de nuestra tierra son sabias y es un placer compartirlas con todo México. Ahora mismo nos encontramos evaluando tomar el siguiente paso y comercializar el refresco.
Es un paso enorme, pero estamos respaldados por la UVM y nuestros profesores, a quienes agradezco por su guía. Sé que con dedicación todo es posible y quizás en unos años, “Cilantro Cool” pueda estar en los anaqueles de supermercados y misceláneas como una alternativa rica y natural frente a lo industrializado que ya todos conocemos.
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