A los 7 años de edad, Katya Echazarreta se fijó un propósito trascendente: “Voy a viajar al espacio”, y lo hizo.
Su vida no ha sido fácil, pero esa temprana definición le ayudó a llenar de significado su trabajo y esfuerzos de niña, de mexicana, de migrante, de mujer y de ingeniera, una profesión considerada para hombres, incluso en Estados Unidos, donde estudió.
Enunciar con tal determinación una meta de vida a esa edad puede resultar fácil, pero puede volverse toda una carga moral 10 años después, en especial cuando se persevera y las circunstancias ponen en duda esas aspiraciones.
Los padres de Katya no tenían recursos para solventar los estudios.
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“No se controla dónde naces… o si tus padres tienen dinero para pagar tus sueños… Lo que sí puedes controlar es lo que puedes hacer con lo que tienes”, ha explicado la astronauta mexicana, quien logró la hazaña de viajar al espacio 37 años después de que lo hiciera el primer mexicano, Rodolfo Neri Vela.
En el Instituto de Ciencias del Bienestar Integral de Tecmilenio tenemos claro que un propósito de vida bien definido es fundamental para lograr mayores niveles de bienestar.
Katya en verdad “se la ha rifado” por ella, por su familia y por sus dos países (nació en Guadalajara, pero ahora es mexico-estadounidense); hizo muchos sacrificios, dormía poco, trabajaba y estudiaba, pero si platicas con ella se ve feliz y sigue elevando sus metas con los riesgos que conlleva.
Cuando se le da un significado de ese tamaño a las tareas de la vida, las experiencias cotidianas cobran sentido y nos deja claro quiénes somos, dónde estamos y a dónde queremos ir. Nos da esa sensación de que estamos viviendo la vida que queremos vivir.
El propósito es una declaración íntima que nos guía hacia lo trascendente en lo personal, trabajo, profesional o social. En él defines a servicio de quién queremos poner nuestro talento.
Lograr esa claridad nos ayuda a enfocarnos en resolver los problemas que se nos presentan, no sin sufrimientos ni frustraciones; a aprender a superar con mayor rapidez las dificultades (resiliencia) porque aspiramos a un tesoro más grande; a sentirnos realizados, felices, en un estado de bienestar.
Katya Echazarreta compartirá sus experiencias en la conferencia magistral “Un espacio sin límites”, en el ciclo “Una vida con propósito” que organiza y transmitirá gratis el Instituto de Ciencias del Bienestar Integral en https://www.wellbeing360.tv/live/home.html, el próximo 20 de marzo a partir de las 9:00 horas.
Si alguien sabe de este tema es esa niña que a los 7 años no soñó, no deseó, sino que se fijó como propósito viajar al espacio.
Hay que tomar muy en serio lo que se propone Katya.
Ahora tiene una nueva meta que sorprendentemente no está relacionada con la NASA y su carrera de investigadora en diseño de sistemas, donde alcanzó su sueño.
Ella cree en su país natal, tiene mucha fe en que México se puede convertir en un protagonista de la industria espacial, con sus propios astronautas y tecnología.
Ha reformulado su propósito para que la tierra que la vio nacer pueda participar en la investigación del espacio. Será muy interesante saber qué es lo quiere hacer. Te esperamos.