Guía para iniciar tu vida fiscal si eres universitario. Imagen: Pexels
“El que nada debe, nada teme, ten tus cosas en orden”, recomienda el doctor Enrique Luna, Coordinador de Contaduría y Finanzas en CETYS Universidad Campus Mexicali. Y es que la vida fiscal no tiene que ser intimidante si empiezas con el pie derecho. El SAT es simplemente el sistema que organiza las contribuciones del país, y como nos recuerda Luna, pagar impuestos es una obligación fundamentada en la Constitución.
Conoce las modalidades en las que puedes registrarte ante el SAT. Toma en cuenta que lo mejor es que busques asesoría de un profesional, antes de hacer tu registro inicial:
Si te contratan formalmente, entras al régimen de sueldos y salarios. La empresa retiene tus impuestos automáticamente y los paga al SAT. “Cuando estás en régimen de sueldos y salarios, ya la empresa se encarga”, confirma Luna.
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No tendrás que presentar declaraciones mensuales, salvo que tus ingresos superen ciertos límites o tengas más de dos patrones simultáneos. La clave está en verificar tu constancia para confirmar que apareces en este régimen correctamente.
Muchos universitarios inician con proyectos independientes: diseño, clases particulares, trabajos de programación, etcétera. Para estos casos existe el RESICO (Régimen Simplificado de Confianza), creado específicamente para facilitar la formalización de pequeños contribuyentes
“Es el régimen más amable para el contribuyente”, indica Luna. “Este régimen se creó precisamente para generar formalidad en ese tipo de jóvenes empresarios”. Tiene topes de ingreso, pero para quien empieza es ideal, con tasas bajas y la posibilidad de expedir facturas, que te hacen más competitivo y profesional.
Una advertencia importante que nos hace Luna es no ignorar el buzón tributario, que es el canal oficial de comunicación del SAT. Es obligatorio habilitarlo una vez que activas tu RFC, y todas las notificaciones de la autoridad fiscal llegan ahí.
“Lo que hace ahora la autoridad fiscal es enviar todas las notificaciones vía buzón tributario”, enfatiza el Dr. Luna. Al darlo de alta, registras un correo electrónico donde recibirás avisos de nuevos documentos.
Ignorarlo puede generarte multas por “no atender notificaciones”, aunque nunca las hayas visto. Revísalo al menos una vez al mes y mantén actualizado tu correo y domicilio fiscal. “Es importante hacer la actualización del domicilio, porque al final es el domicilio de referencia a la autoridad”, especialmente cuando dejas de vivir con tus padres.
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