En el marco del mes del orgullo LGBT+, el Tecnológico de Monterrey realizó la charla virtual “Diversidad sexual, hacer visible lo invisible”, en donde se abordó el respeto y garantía de los derechos humanos de las personas integrantes de la comunidad LGBT+. Lo anterior, con el fin de construir una sociedad incluyente y tolerante hacia la diversidad sexual.
Esta charla virtual contó con la participación de Rinna Riesenfeld, sexóloga especialista en diversidad sexual; Luis Perelman Javnozon, sexólogo activista por la salud sexual y la diversidad sexual; y como moderadora, Ana Katia Cárdenas Gutiérrez, directora de Servicios Académicos en el Campus Toluca e integrante del Comité LGBT+, creado en diciembre de 2021, del Tecnológico de Monterrey.
Diversidad
Partiendo del dato tomado de encuestas oficiales, en el que el 40% de las personas se clasifican como no heterosexuales, durante la conversación se exploró cómo se refleja eso en las instituciones educativas. Los ponentes coincidieron en que se ha logrado un avance importante gracias al mejor acceso a la información que brinda Internet.
Globalmente, “existen cada vez más departamentos en instituciones educativas dedicados al tema de la inclusión y la diversidad sexual. Se trabaja para hacer visible el estigma negativo que, desde el kínder, se enseña sin pensarlo mucho”, declaró Luis Perelman Javnozon, quien celebró los cambios más evidentes.
“Decían que el Tec no iba a cambiar, pero ahora sí se puede hablar de inclusión de género en esta institución”, señaló.
Otro avance notable en las instituciones es el respeto a la privacidad, pues “está cambiando la manera de preguntar la preferencia sexual en las escuelas”, enfatizó Rinna Riesenfeld.
La especialista cree que la pertenencia es un valor muy fuerte, y la segregación en las escuelas que se da por el bullying o los estándares binarios afecta a los estudiantes.
Sin embargo, reconoce que cada vez más gente se atreve a visibilizarse, por lo que las actividades de integración ayudan mucho para valorar la diversidad.
Ante la cuestión de cómo trabajar en las universidades para crear un entorno seguro para personas con identidades diversas, ambos mencionaron la importancia del lenguaje, pues a veces se deshumaniza a las personas que no son heterosexuales y se les descalifica al llamarles con palabras despectivas.
“Es necesario darnos cuenta de cómo les estamos violentando, más allá de poner una bandera de colores durante un mes”, enfatizó Luis Perelman Javnozon.
La familia es también tan importante como la escuela, y ambos deberían ser espacios seguros, y en ambos es importante la información y la comunicación.
A decir de Riesenfeld, “el silencio perpetúa los mitos y los miedos”, aunque reconoce que cada vez encuentra más familias menos extremistas con relación a este tipo de temas.
Durante la charla se enfatizó la importancia de hablar sobre diversidad sexual en las universidades, y de evitar la violencia al abordar las posturas radicales.
La universidad es parte del pensamiento crítico, pues permite la apertura del pensamiento, mirar otras realidades y ser un apoyo a la gente que no lo tiene en otro espacio.
Ayuda también a relacionarnos socialmente, de ahí la importancia de educar no solo académicamente, sino educar para la vida.
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